eL ALTER YO

sIGA SU INSTINTO, CREO QUE DEBERÍA EMPEZAR POR EL 1, SON 16 CAPÍTULOS EN TOTAL...LE INDICO QUE EL 1 Y EL 16 SON EL PRINCIPIO Y EL FINAL RESPECTIVAMENTE LOS DEMÁS PUEDE QUE SI LOS LEE EN DESORDEN SE PRODUZCA OTRA COSA...AL LADO DERECHO DE SU PANTALLA HAY UN MENU CON TODOS LOS CAPITULOS DENTRO DEL MES DE JULIO.

tODO SE REVOLVIÓ, LAS DOS HISTORIAS DEL ESCRITOR SE VOLVÍAN UNA. -El hombre lavaba afanosamente su cuchillo, su hijo yacía sobre la mesa amutilado, su esposa en la habitación contigua estaba encerrada en un marco de cristal, durmiendo por siempre entre rosas rojas. Su perro estaba disecado en la mesa, tres días antes estuvo jugando en su oficina. Y él, observaba la foto de su pequeño hijo de 4 años, le enfermo siempre el síndrome de down que tuvo, en la mesa las partes que sobraban de él decoradas con la historia, la ultima historia sin terminar, y arriba en su habitación su disfraz de conejo lleno de roja sangre decoraba la cama.

El hombre sintió que la hora final se acercaba. Se levanto para tomar una taza de café, tres de azúcar, un par de galletas. De pronto la mesa en la que estaba su escrito se ilumino, el conejo aparecía por el espejo que estaba en la pared de enfrente. - Es usted Dios, creo que me vestí apropiadamente. - El hombre en un intento de soportar el infarto, se aferro del pecho firmemente. Despertó nueve horas después, con un café sin beber y unas galletas rancias sobre la mesa.

Es perfecta. - Pensó el hombre. - Nunca pensé que escribiría algo tan extraño. Lo que si este conejo me ha ofendido, yo no puedo ser culpable de lo que el hizo, el fue el que asesino a esa familia, la culpa no va conmigo. - Mientras decía esto el hombre miraba a unos niños jugar por la ventana, una pistola en su mano izquierda tenia ansias de dispararles en sus pequeñas cabezas.

El conejo del otro lado lo miro con odio. - Se que tu también me odias, al igual que tu odias en lo que te convertiste. - Le dijo al conejo mientras se aferraba del marco del espejo. - Necesito que me sueltes eso si, entiende que tu eres el culpable y no yo. ¡¡ Asúmelo!!. -Le grito sin reparo.

En cambio el hombre era real. Sentado en una silla y apoyado en la mesa de su solitaria y abandonada pieza, se puso a pensar, pensar en las penas pasadas que son cada día mas presentes, y ese pensar lo transformo en escritura, escribió la historia mas extraña que se le vino en mente. Hasta que finalmente dijo.-¿que acaso uno ya no puede descansar?

En eso el hombre dejó de escribir, la inspiración se fue del todo y no supo que hacer. -¿Acaso es el conejo la representación exacta de un ser que quiero ser?, o peor aun ¿Es la personificación de lo tan macabro que puedo ser?. - El hombre se desesperó y dedicó su tiempo en buscar una solución.

El conejo en lo mas profundo de su corazón sabía su inminente futuro. - ¿Señor, esta ahí?, necesito que me ayude, necesito de su compañia una vez mas. -Ahora si que el conejo se volvió loco.

Pero...yo no soy el culpable, que no vez que hay un Dios que me maneja, ¿acaso son mis actos un reflejo de lo que soy? o mas bien ¿ serán un reflejo de lo que es mi Dios?. -Dijo el conejo con un tanto de miedo, su mirada no salia del cielo. - Sabes, jajaja. - Rió el conejo del otro lado. - No tienes idea de lo que se te viene.

Finalmente el conejo salió de su marco de cristal. Observo la precaria habitación, luego miró al conejo de pies a cabeza, se fijo entonces que este no tenia zapatos, ni un pantalón, una chaqueta tampoco, ni mucho menos un sombrero adecuado. - Señor permitame decirle, usted no esta vestido para la ocasión. - El conejo lo miro con cara de sorprendido. - Es que solo soy un conejo.

-¿Que está ocurriendo?. -Se pregunto el conejo. - ¿Como llegue ha esto?, acaso no merezco una vida mas normal. -Se vio con tres hijos, una esposa y una linda mascota, su blanco pecho ensangrentado, símbolo del asesinato cometido. -Pero, ¿yo no puedo tener familia?, menos haberla matado ¿o si puedo?. - Después de eso el conejo despertó.

Y entonces el hombre supo que hacer, vio su cara en el espejo y esta le respondió de forma muda he inmóvil. Fue en ese momento que el hombre lloro desconsolado, la muerte inminente de aquel pomposo animal no tenia remedio.

El conejo era un personaje dentro de la macabra imaginación del hombre. El blanco animal miró por su ventana hacia su mundo de cristal, caminó por ciudades y por callejones, visitó bares y topless, pero aun así nunca se sintió feliz.

El conejo miró a su espejo, una cara falsa y demacrada le sonrió. - Buenos días señor conejo. - Buenos días señor conejo, respondió. - que es lo que lo trae a mi mundo. - No es de su incumbencia señor. -El conejo estaba perdiendo la paciencia.

El hombre sin mas, tomo su filado cuchillo y, cual carnicero profesional, abrió al conejo por la mitad, este en su lecho de muerte, lloro y dijo, te perdono!

El conejo miró por la ventana, somnoliento, despertando a esa realidad nauseabunda en la que estamos inmersos. Al conejo no le quedo mas que llorar, y rezar por los que habían caído.

Subiendo el volumen, el latido del corazón alcanza ritmos contagiosos, acelerados, la pasión y la lujuria bailan el triste y fatal réquiem final. ¿Acaso no estas viendo que el conejo yace sobre la mesa, descuartizado?