Cortando su pequeña muñeca, el cuchillo se sentía helado pero una sensación de éxtasis total inundaba su cuerpecito . La sangre fluía a montones chorreando el suelo y su pierna derecha. Ella sonriente sabía que está sería la ultima vez, así que debía disfrutarla. Se acostó en su charco y enterró el cuchillo con aun mas fuerza, entonces todo éxtasis se volvió miedo. Se trató de levantar, pero sus fuerzas estaban tiñendo el suelo de rojo, su vida se iba, ni cerrar los ojos podía, y aun así antes de morir escribió con su dedo como pluma y su sangre como tinta"te perdono".
Cada vez que paso por aqui, te recuerdo con tanta dulzura...fue la mejor tarde de hace mucho tiempo....Maria Jose
ResponderEliminarEs una tristeza que no resultara una buena amistad entre nosotros... cuidate María Jose, sigue leyéndome...tratare de subir algo más seguido
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